sábado, 29 de noviembre de 2008

Antecedentes del resurgimiento del Piteado

participe en las encuetas, con sus preguntas y comentarios en;
http://finance.groups.yahoo.com/group/piteado/?v=1&t=search&ch=web&pub=groups&sec=group&slk=1











La pita, también conocida como ixtle, es una bromelia terrestre de hojas espinosas que se
encuentra en estado silvestre en áreas de selva alta, particularmente en lugares húmedos, cerca de arroyos, ríos o zonas inundables, y entre 100 y 700 msnm (De los Santos, 1996). Por su forma parecida a la de un agave, se le llama también en México maguey de pita. Aunque la especie comúnmente reportada es Aechmea magdalenae, es probable que existan otras empleadas para el mismo uso.

La fibra de pita es desde muchos puntos de vista excepcional. Sus dimensiones, brillo, finura y resistencia hacen de ella un material comparable a la seda pero de mayor vigor. Por estas características los indígenas la usaban para manufacturar artes de pesca, amarrar puntas de flecha y elaborar calzado y objetos ceremoniales. En el agua no se encoge ni pierde resistencia. Teñida con añil permitía tejer redes de pesca invisibles, resistentes y duraderas.

Diferentes estudios han mostrado que la fibra de pita tiene una resistencia 40% mayor que la propia de las fibras naturales más usadas (De la Cerda, 1967). Otra propiedad interesante consiste en la coloración blanca que presenta en estado natural (Sanjuán y otros, 2000). Finalmente, entre las fibras naturales, la de pita se caracteriza también por su tamaño; según la edad de la planta de la que se extraiga puede medir de 1.7 a 2.5 m.

Actualmente, más de 2000 campesinos indígenas y mestizos ubicados en los estados de Oaxaca, Chiapas y Veracruz están extrayendo fibra de pita para abastecer la industria artesanal del piteado en el centro y norte de México.

Los talabarteros especializados en la fabricación de la artesanía piteada utilizan actualmente la fibra para elaborar hilos torcidos que emplean en el bordado de artículos de cuero como cinturones, botas, sillas de montar y otros más que se venden a un público que gusta del modo de vestir charro. Estos productos se comercializan en todo el país y también en los Estados Unidos, pero los mayores volúmenes de venta se registran en las tiendas del norte de México especializadas en artículos de cuero.

El precio de las artesanías de este tipo es elevado: un cinturón de buena calidad tiene un valor superior a 100 US$4 una silla de montar de trabajo muy fino puede costar 50 veces más. Existe también un mercado creciente para los productos más económicos, los cuales consisten básicamente en artículos de menos de 50 US$ como cintos sencillos, carteras, diademas...

Se fabrican estas artesanías en pequeñas industrias y talleres familiares ubicados en el centro y norte del país. Las instalaciones menores producen unas cuantas piezas al mes y las mayores más de 500.
La técnica del piteado inicia con la elaboración del hilo, torciendo la fibra a mano sobre la rodilla cubierta de cuero. Luego los artesanos abren la pieza de cuero para marcar el dibujo que le adornará, bordan con el hilo de pita, rebajan el cuero con una punta metálica y terminan cosiendo a máquina una segunda pieza de cuero que tapa el envés de la bordada y, si se trata de un cinturón, agregando la hebilla.

Para trabajar con la fibra los artesanos buscan obtener el hilo torcido más largo y resistente posible, el que les permite bordar con mayor facilidad las piezas de cuero. Además, los artesanos prefieren contar para su trabajo con una fibra de color blanco y uniforme.

Los principales defectos que reconocen los talabarteros respecto a la pita son:
La falta de resistencia (pita reventona).

A la fecha de la actualizacion de este reporte 1 US$ equivalía a 12 pesos mexicano

La falta de homogeneidad en el grosor de la fibra: pita cabezona, cuando la base del mazo de fibra es mucho más gruesa que la punta. La falta de peinado, cuando la fibra está enredada y no permite la extracción ágil de las hebras que se torcerán. La falta de blancura, cuando la pita está amarillenta o es de color perla o hueso.

Para abastecerse del producto, los artesanos talabarteros se relacionan con comerciantes
especializados en su distribución, quienes se encargan de comprar la materia prima a los
productores del sureste de México y a veces de Guatemala. En general, los mismos comerciantes procesan la fibra –la lavan, blanquean y peinan- o mandan hacerlo.

La venta del producto ya beneficiado se realiza directamente en los talleres de los artesanos talabarteros, quienes examinan meticulosamente los mazos de fibra antes de comprarlos. Según la capacidad de producción del taller, la transacción varía de unos pocos a 50 kg.

El precio de la fibra de pita es muy superior al de cualquier otra fibra, incluyendo la seda. El que pagan los artesanos por los mazos de fibra puestos en el taller va de 50 a 80 US$/kg, según la calidad del producto. Los talleres y comerciantes que redistribuyen la pita al menudeo pueden venderla hasta en 100 US$/kg.

Otra forma de ofrecer la fibra de pita es torcida, la que se vende por docenas de hilos. Existen hilos de dos calidades: de una punta, cuando se tuerce un extremo de la fibra, se corta y luego se tuerce el otro, y de dos puntas, cuando se tuerce la fibra entera. En el primer caso la docena se vende a 1.00 US$ y en el segundo hasta en 24. Los hilos son comprados por talleres semiindustriales que producen los artículos más comerciales y en mayor escala. La fibra de pita es un producto que no tiene problemas mayores de escasez ya que se puede obtener todo el año a partir de las plantaciones y las poblaciones silvestres del sureste del país. Sin embargo, debido al ciclo de actividades que realizan sus productores, dedicados también a cultivos como el café, el maíz, el frijol o el chile, y a los incrementos estacionales de la demanda, la oferta llega a ser insuficiente en algunos momentos del año. Unos 10 años atrás, cuando el mercado era monopolizado por unos cuantos comerciantes, hubo temporadas de mayor escasez y fenómenos de especulación.

Hasta hace poco, no existía una marca de pita en el mercado. Con la iniciativa de la Cooperativa de Productores de la UPIS-L en la Chinantla y de Methodus Consultora se inició la comercialización de esta fibra con la marca Pita de la Selva. (5) Pero en nuestro particular punto de vista el registro de alguna marca ante el IMPI (Instituto Mexicano de proteccion Industrial Intelectual) No garantiza alza en las ventas ni asegura la permanencia o continuidad de compra por clientes ya fielmente conformados y que al sentir politizado un trabajo y un proveedor les transtoca su actitud de continuidad de compra.
para mayor informacion visitar: http://www.piteadofino.com/
http://www.piteadofino.es.tl/ (Firma nuestro libro de visitas)
http://www.piteado.blogspot.com/ (Puedes dar tu opinión y participar en las encuestas)
http://piteadofinopuntocom.spaces.live.com/ (Agrégate a la "Banda Piteada")

Contáctanos en:

piteado@gmail.com
piteadofino@hotmail.com (Agréganos a Tu lista de Contactos)

Te invitamos a ser parte de Nuestro GRUPO PITEADO Tu opinión es muy importante:
http://finance.groups.yahoo.com/group/piteado/?v=1&t=search&ch=web&pub=groups&sec=group&slk=1

No hay comentarios: